@Esther Pérez de Herrera
El Sr. Eroteide Escudero, reconocido orfebre, especialista en prendas de la Pollera, en
el taller en su residencia.
La
Pollera no es una Pollera Panameña, sino comprende una de las partes más
importantes de su arreglo: la Joyería.
La
joyería característica de la Pollera, se ha formado a través de los años,
moldeándose y adaptándose, como todo ente folk. Este arte, no se aprende en las
escuelas, se aprende de generación en generación. Y de hecho me consta que cuando
algún orfebre extranjero trata de incursionar en este arte, da sus tropezones.
La clientela es exigente y conocedora, la orfebrería de la pollera, tiene características,
usos, detalles, estilos y decoraciones muy específicas. Y aquel que desee incursionar
en este arte, debe aprender mucho. Las
prendas de la pollera básicamente se hacen en oro de 10 quilates y el valor no
está en el oro, sino en el trabajo artesanal, que comprenden, algunos estilos o
trabajos que ya no se hacen mucho, como los repujados, se prefiere actualmente
las filigranas y arabescos. Lógicamente que con el avance de las técnicas y las
herramientas, la orfebrería ha mejorado mucho su calidad y permite hacer cosas
que antes eran muy difíciles. En la
actualidad han surgido nuevas tendencias con respecto a la joyería, pareciera imprescindible
tener un abanico y realero de oro, cuando antes no era así, ha crecido un poco
los largos de las cadenas y las gargantillas son más grandes y recargadas igual
que los aretes. Las
prendas de la pollera deben guardar un balance dentro de la indumentaria, igual
que el tamaño de la persona y el vestido que luce. Pero bueno eso es otro
punto. Lo importante
es darle valor al orfebre, tanto es así, que en los concursos de la indumentaria femenina, se dan premios a la Joyería, siendo uno de los más destacados la Medalla Pablo Epifanio, en honor a tan digno orfebre, a la ganadora del premio de Joyería en el concurso Margarita Lozano de las Tablas.
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